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Fuente: Tal Cual/ Sofía Nederr

Raúl Isaías Baduel fue una suerte de barajita repetida en los planes de conspiración develados por Maduro. El coronel (r) José Machillanda cree que el caso impacta a un sector castrense importante. Mientras, para el analista José Alberto Olivar es erróneo querer convertir a Baduel en un mito

El general en jefe retirado Raúl Isaías Baduel, exministro de la Defensa que falleció el 12 de octubre, fue un militar de mucha notoriedad dentro y fuera de la Fuerza Armada Nacional (FAN). Su fallecimiento que, según el fiscal general Tarek William Saab, fue por complicaciones del covid-19, reimpulsó el debate público sobre sus actuaciones y la persecución de la que fue objeto por parte del gobierno de Hugo Chávez, primero, y después, del de Nicolás Maduro.

Crédito: AFP

Y es que, tras ser condenado por hechos de corrupción durante su gestión dentro del Ministerio de la Defensa, desde 2017, Baduel fue una suerte de barajita repetida en los planes de las conspiraciones develadas por Maduro y su entorno.

El historiador José Alberto Olivar, quien analiza el ámbito castrense, afirma que al general Baduel «le intentaron crear una figura de salvador del proyecto que dice representar el denominado chavismo originario. Sin embargo, Baduel fue y seguirá siendo visto como un sujeto cuya opacidad política, a lo largo de su actividad político-militar lejos de generar consenso, propicia la controversia y en consecuencia, nada confiable».

En ese sentido, Olivar subraya que Baduel fue «un personaje indescifrable» incluso hasta para el expresidente Hugo Chávez, con lo cual el general se convirtió en un ser prescindible.

Luego del deceso del extitular castrense, cuando se hallaba detenido y aislado en El Helicoide, el general retirado Manuel Cristopher Figuera, exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) —quien huyó del país tras la Operación Libertad en 2019— divulgó una carta pública al ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López. En la misiva, el oficial señaló que a los militares de hoy pareciera no amilanarles el hecho de que al general Baduel se le violentó el debido proceso.

El coronel retirado José Machillanda, sociólogo militar,  señala que el análisis del impacto del caso Baduel a lo interno de la FAN no puede ponderarse todavía, y menos sin tener la radiografía completa sobre lo que se piensa en las unidades militares.

Sin embargo, para Machillanda, quien fue comandante de Baduel en sus tiempos de subteniente, la conducta del fallecido general tuvo un perfil claro. Indica que se trata de una manifestación expresa como militar, vestido de militar, y después vestido de civil, en la cual clamó por un cambio en el estamento político en el Estado venezolano.

«Aún siendo el general Baduel corresponsable por la conspiración del golpe de Estado de 2002, cuando estaba en Maracay, su desarrollo después, frente a la percepción socialista, cubana, comunista de Chávez, tuvo una conducta responsable. Y mayor fue esa conducta responsable frente al régimen que intenta desviar absolutamente la atención después de que han destruido el país y después de sus conexiones perversas», esgrime.

Asimismo, el investigador del área castrense asegura que el caso Baduel impacta a un sector del componente militar, aquel que es profesional y responsable por el cumplimiento de la Constitución, por el cumplimiento de lo establecido en la norma y en la doctrina militar.

«No me queda la menor duda del impacto de Baduel, porque creó una figura, una manera de ser, de comportarse que viene siendo admirada por muchos hombres de la vida militar.  Esto, desde el punto de vista académico, logístico y operacional, tiene ascendencia sobre un grupo. Es tan cierto esto que por eso Chávez lo persigue, porque Baduel se convierte en un referente distinto, en un motor diferente porque es un paradigma dentro de la institución  militar, y lo digo yo que tuve diferencias con él desde hace 25 años», puntualiza José Machillanda.

Baduel fue ministro de la Defensa de Chávez en 2006, y ocupó puestos de mando dentro de la FAN, como el Comando de la 42 Brigada de Infantería Paracaidista (desde donde se activó la Operación de Rescate de la Dignidad Nacional en 2002), y la Comandancia General del Ejército. Tras conocerse de su deceso, el mayor general retirado Alexis López Ramírez, excomandante del Ejército, se refirió al desempeño del oficial.

«Ha fallecido mi general en jefe Raúl Isaías Baduel, de los mejores comandantes que tuve en mi carrera. Me duele enormemente su partida. Ahorraré comentarios sobre la desgraciada situación en que se produce este hecho», dijo López Ramírez, quien también fue secretario del Consejo de Defensa de la Nación.

Otros oficiales consultados para efectos de este trabajo, que pidieron reserva a TalCual, reconocen en el general Baduel a un oficial de buen desempeño, «pero que se equivocó al enfrentar a Chávez. Nunca debió meterse en la política«.

¿Baduel ejemplarizante?

El general retirado Juan Antonio Herrera Betancourt expresa que el efecto Baduel sobre la FAN no se traducirá en ninguna sublevación, pero su caso no es ajeno en los cuarteles, donde se activó la murmuración.

Señala que Baduel fue un oficial con buen desempeño,  pero cree que su liderazgo comenzó a configurarse el día que entregó el mando del despacho castrense, cuando dio un discurso en el que cuestionó varios aspectos de la política militar y de la conducción que hacía Hugo Chávez —quien además era su compadre— sobre el país.

«En el orden político, nuestro modelo de socialismo debe ser profundamente democrático. Debe dilucidar de una vez por todas que un régimen de producción socialista no es incompatible con un sistema político profundamente democrático, con contrapesos y división de poderes», dijo Baduel en su discurso de salida de la FAN, el 18 de julio de 2007.

Por su parte, el historiador José Alberto Olivar apunta que, de forma errática, un sector opositor ha buscado convertir al general Raúl Isaías Baduel en una especie de mito con capacidad de activar un hipotético quiebre militar. Esta perspectiva es alimentada por el ascendiente que «alguna vez» ostentó el exministro.

El analista enfatiza que durante el tiempo en que Baduel dejó de ser aliado de la revolución no se evidenciaron acciones desde la FAN para favorecerlo. De allí que Olivar no vislumbra mayor impacto a lo interno de los cuarteles.

«No veo ningún impacto del caso Baduel, más allá de contados gestos de solidaridad, en estricto sigilo, que tal vez algunos oficiales activos pudieron hacerle ver al prisionero. Eso no fue suficiente para que, en vida, se activara una acción contundente que trastocara la situación del general y el orden político que lo tenía cautivo», plantea José Alberto Olivar.

Agrega que, dentro de la Fuerza Armada, el pragmatismo ha ganado terreno y es así como disminuyó, a su juicio, la empatía hacia el compañero de armas caído en desgracia política.

«Pese a insonoros cuchicheos que pueda haber sobre el destino de Baduel y otros prisioneros militares, eso no tiene mayor trascendencia. Y aun, en el supuesto de que lo ocurrido tuviese una notoria secuela, ello no sería más que una manifestación de reacción pretoriana que atribuye más valor a la muerte de un alto jefe militar que al sacrificio físico de centenares de hombres y mujeres, que ofrendaron sus vidas en la lucha por la democracia», asegura el historiador.

El general Herrera Betancourt sostiene que Baduel es el símbolo de un caso de venganza política y de ensañamiento. A su juicio, esto implica un mensaje ejemplarizante y atemorizante para la organización militar y, especialmente, para los militares que son críticos del gobierno de Maduro.

«A Baduel, a quien pusieron preso por supuestos delitos dolosos, lo pusieron preso, lo enjuiciaron y lo volvieron a hacer preso. Ahora se anuncia su muerte cuando estaba en poder del Estado. Es lógico que en la FAN, en el país y en el ámbito internacional, haya dudas sobre las circunstancias de su fallecimiento», indica el general retirado.

Para el oficial, en los últimos días se ha incrementado la coacción dentro de la FAN. En ese sentido, Herrera Betancourt cree que no fue casual la reunión de Maduro con los militares en Fuerte Tiuna, el 14 de octubre, dos días después del fallecimiento del general Baduel. Ese día se informó que el gobernante habló con el sector castrense sobre el desempeño del Plan República en el simulacro del 10 de octubre.

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